En la comunicación vía Internet hay un antes y un después del surgimiento de las redes sociales: están al alcance de todos y aunque se pueden operar a un nivel sofisticado y con grandes inversiones, lo que en realidad demandan es una enorme cantidad de tiempo y de creatividad, siempre con orientación al desarrollo de una comunidad de clientes que tienen intereses diversos. Aunque se ven como una solución mágica e instantánea, en realidad implica mucho trabajo estratégico.